El
puerto de San Felipe en el estado de Baja California no sólo de su lugar donde
viven más de 17.000 personas. En sus cálidas aguas también habitan menos de 30
ejemplares de una rara especie de mamífero marino que lleva por nombre vaquita
marina. Dicha especie se encuentra en grave peligro de extinción y a punto
desaparecer de este, el único lugar en el que habita.
Hasta
2005 esta especie endémica de alto Golfo de California contaba con 60
ejemplares y un año después ya solamente se contabilizará la mitad. Su población
cada vez más baja se debe a que muere en
las redes de Los Pescadores que se dedican a la venta ilegal de totoaba, el pez
que también se encuentra en peligro de extinción y del cual su vejiga natatoria
se comercializa como alimento exótico en China, alcanzando precios de miles de
dólares.
Ante
el fracaso de los esfuerzos para salvarla, en mayo pasado el Gobierno Federal
anunció que ampliaría en un 50% el área marítima de su protección, llegando
está a 1841 kilómetros cuadrados. Sin embargo, no es el único esfuerzo que se
ha hecho últimamente. También se busca recolectar muestras tanto de tejidos
como de células sexuales para que en los próximos años sirvan para clonar a la
especie. Esta labor es una colaboración del comité internacional para la
recuperación de la vaquita, con el
Frozen Zoo de San Diego, en Estados Unidos, para conservar las muestras
en nitrógeno líquido a más de 90 grados bajo cero. Institución es reconocida a
nivel internacional por resguardar muestras de alrededor de 10.000 ejemplares de 1.000 especies
de mamíferos, reptiles y anfibios.

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