Futuros telescopios Gigantes pueden detectar grandes formaciones montañosas en exoplanetas

Esta recreación artística muestra  una hipotética luna del planeta HD 188753, un gigante gaseoso con tres soles situado a unos 150 años luz del sistema solar. 
Un estudio argumenta que los futuros telescopios gigantes podrían detectar la presencia de grandes formaciones montañosas en planetas lejanos.

Podría parecer imposible descubrir una protuberancia semejante en un planeta que órbita alrededor de una estrella lejana. En un trabajo reciente, los astrónomos han propuesto un método para detectar montañas y otros accidentes superficiales en exoplanetas.

Según Moiya Mctier, estudiante de doctorado de la Universidad de Columbia y uno de las autoras del artículo, publicado en abril en la revista Montly Notices of the Royal Society, encontrar montañas podría contribuir, además, abordar una pregunta clave: ¿son habitables esos planetas?

La vida en la tierra parece depender entre otros factores de la dinámica interior del planeta. La tectónica de placas recicla el carbono y regula la temperatura, y el campo magnético (debido a la acción del núcleo terrestre) proporciona un escudo contra el peligroso viento solar y otros tipos de radiación provenientes del espacio. Las montañas y los volcanes son signos de que un planeta posee, o al menos poseyó en algún momento, esa clase de dinámica interna. 




En la actualidad se conocen unos 3700 planetas, líneas generales los astrónomos no sabe Mucho acerca de ellos Más allá de sus dimensiones, su masa y algunos parámetros orbitales. La mayoría se han detectado mediante el llamado método de los tránsitos, el cual consiste en medir la ligera atenuación en el brillo de una estrella que tiene lugar cuando un planeta que órbita a su alrededor pasa por delante.

La estrategia planteada por estos por este científico, asimismo en dicha técnica, aunque probablemente requerirá en los telescopios que podrían tardar decenios en estar disponible.

La propuesta se asienta en la idea de que la silueta de un planeta montañoso y en rotación debería cambiar durante el tránsito lo que haría que fluctuasen las mediciones relativas a la disminución de brillo. A partir de varias estimaciones prudentes, los autores concluyen que Sería posible medir la regularidad superficial de un planeta tan montañoso como Marte con un telescopio de 74 metros que observara  sus tránsitos durante aproximadamente 20 horas distribuidas a lo largo de unos 6 meses.

Créditos: Bob Henderson 


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