Los
objetos del Sistema Solar que en el momento de descubrirse estaban más lejos
del Sol fueron el planeta enano Eris (o Éride), a 97 Unidades Astronómicas (UA)
-aproximadamente igual a la distancia media entre la Tierra y el Sol y cuyo
valor, determinado experimentalmente, es alrededor de 149.597.870 kilómetros-,
y el candidato a planeta enano Sedna, a 90 UA, del cual no se ha podido
determinar si tiene o no forma aproximadamente esférica. Este objeto
transneptuniano tiene una órbita muy elíptica, con un afelio situado cerca de
las 1.000 UA y un perihelio en 75 UA. Sin embargo, hay otros objetos que viajan
mucho más lejos, que son los cometas de largo periodo, con órbitas fuertemente
elípticas. Por ejemplo, el cometa West, descubierto en 1975, tiene su afelio
más allá de las 13.000 UA, y su perihelio sólo a 0,58 UA. Hay muchos casos de
cometas con órbitas casi parabólicas, o incluso hiperbólicas, es decir, órbitas
no cerradas, lo que implica un único acercamiento al Sol, después del cual
abandonan para siempre el Sistema Solar. Los cometas de largo periodo se cree
que vienen de la llamada Nube de Oort, que recibe su nombre gracias al
astrónomo holandés Jan Oort, y que es una amplia región esférica situada entre
unas 5.000 UA y 100.000 UA que constituiría los confines exteriores del Sistema
Solar. Esta nube no ha sido nunca observada, pero se infiere su existencia como
el lugar geométrico de los afelios de los cometas de largo periodo. Los objetos
allí situados pueden sufrir inestabilidades gravitacionales y viajar hacia el
Sistema Solar interno, donde en las cercanías del Sol desarrollan su máxima
actividad, emitiendo grandes cantidades de polvo y gas al espacio
interplanetario.
0 comentarios:
Publicar un comentario