Qué es: La palabra artritis significa inflamación de una articulación. Hay muchas variedades de artritis. La más común es la reumatoidea o deformante, y la degenerativa u osteoartritis. Son bastantes comunes la artritis agua o séptica, la gonorreica o blenorrágica y la tuberculosa. Sólo se considerarán aquí la variedades más comunes, puesto que las otras son generalmente tan sólo una parte del cuadro presentando por alguna enfermedad que se destaca más en alguna otra parte del cuerpo.
Síntomas: Esta enfermedad suele presentarse hacia el final de la adolescencia o al principio de la edad adulta, casi siempre antes de los 35 años. Al principio, hay un poco de fiebre, dolor de cabeza y una sensación general debilidad. Las rodillas y los dedos puede ser los primeros lugares afectados, y luego lo son los hombros, las muñecas, los tobillos y los codos. En los casos graves, pocas articulaciones quedan exentas.
Las conyunturas están hinchadas y con frecuencia se notan rojas, calidad y sensibles al tacto, mientras que otras partes de los miembros afectados parecen frías y viscosas al tacto. Hay generalmente dolor, pero no es frecuente que sea intenso. La contracción y el enflaquecimiento de los músculos y tendones que rodean las articulaciones afectadas las hacen doblarse en formas antinaturales, a veces hasta el punto de desarticular completamente los huesos y causar una deformidad notable.
Causas: La causa verdadera no se conoce. Algunos piensan que es una enfermedad producida por alguna deficiencia, especialmente de vitamina . Otros creen que se debe a los venenos o toxinas de infecciones crónicas, situadas generalmente en otras partes que las articulaciones afectadas. Los cartílagos de articulaciones se reblandecen y reducen. El extremo de los huesos pierde calcio y se debilita. Los huesos pierde calcio y se debilita. Los huesos pueden soldarse uno al otro u dejar rígida la articulación; o pueden desgastarse rápidamente y acortar el miembro.
La desnutrición, los trastornos de las glándulas endocrinas, el poder hacer la debida adaptación mental frente a los problemas de la vida, los traumatismos físicos o emotivos, la exposición al frío y a la humedad, las heridas, la fatiga, la herencia, el tiempo inclemente y numerosas otras condiciones parecen contribuir a preparar el terreno para la artritis reumatoida. Aunque la emaciación de los tejidos y la producción de deformidades pueden detenerse, por lo menos Temporalmente, con remedios adecuados, resulta a menudo imposible devolver su condición normal a las articulaciones y los miembros afectados. Los procesos de degeneración y deformación tienden a proseguir, si no se hace algo para detenerlos.
Qué debe hacerse:
1- La persona afectada debe exponerse mucho al sol, vivir en un ambiente higiénico, obtener mucho descanso y un régimen alimenticio rico en vitaminas y con pocos hidratos de carbono.
2- Las largas aplicaciones de calor seco, acompañadas de masajes suaves, proporcionan muchas veces alivio.
3- Procúrese eliminar cualesquiera focos de infección crónica que se puedan descubrir.
4- Las radiografías de las articulaciones resultan útiles para preescribir el tratamiento.
5- La intervención quirúrgica, la cortisona, el ACTH y otros remedios proporcionan un alivio, pero son costosos y requieren los servicios de un médico.
6- En los casos graves, conviene trasladarse a un clima cálido y seco.
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