PRIMEROS AUXILIOS

ALCOHOLISMO AGUDO

SIGNOS Y SÍNTOMAS:

Generalmente se reconoce a una víctima de alcoholismo agudo por pupilas dilatadas, los ojos enrojecidos, el pulso rápido, la cara sonrojada, la respiración pesada y rápida, el olor del alcohol en el aliento y una pérdida parcial o total del conocimiento. Antes de deducir que se trata únicamente de alcoholismo, búsquense otras causas posibles de la pérdida del conocimiento, como hemorragia, herida con arma de fuego, fractura del cráneo, apoplejía, etc.

QUÉ DEBE HACERSE:

- Póngase al paciente en la cama, dejándola en ella por lo menos mientras recobre el conocimiento.

- Hágasele administrar un lavado del estómago por un médico, si es posible. El médico querrá tal vez ordenar otros tratamientos.

- Cuando el paciente haya recuperado el conocimiento, lo suficiente para poder cooperar désele a beber un vaso de agua fría con una cucharadita de bicarbonato de sodio, pero nada de alimento.

- Que el paciente tome un baño de agua caliente y déjesele en él hasta que sude copiosamente. Luego hágasele guardar cama hasta que se restablezca.

ANGINA DE PECHO

SIGNOS Y SÍNTOMAS: 

La afección misma es síntoma de espasmo o enfermedad de las arterias coronarias del corazón. El ataque se caracteriza por un dolor agonizante y sofocante, como si hubiese en el pecho una mordaza que apretara y oprimiera. Se manifiesta generalmente en forma repentina o en un plazo relativamente corto. El dolor es tan intenso que provoca temor de una muerte inmediata, pero esta se produce muy raras veces y si se evita los ejercicios físicos repentinos, como también la tensión mental, y se práctica la moderación en todas las cosas, los ataques pueden volverse menos frecuentes y menos peligrosos.

CAUSAS Y CURSO. La angina de pecho se debe a que llega al músculo del corazón una provisión insuficiente de oxígeno. Esta falta puede deberse al endurecimiento de los vasos sanguíneos que alimentan al músculo cardíaco, a un espasmo de estos vasos sanguíneos, o al hecho de que se haya respirado aire que no contiene suficiente oxígeno. El ataque puede ser precipitado por la agitación, un esfuerzo físico insólito, la indigestión, la exposición repentina al frío, la ingestión de un vaso de agua helada, o cualquier choque repentino. Los ataques tienden a repetirse y agravarse, a menos que se corrija o eviten las causas agravantes. Pero en la mayoría de los casos, esos ataques pueden evitarse o controlarse si el paciente coopera con el médico.

QUÉ DEBE HACERSE: 

- Cuando se presenta un ataque, aflójese la ropa del paciente, quitándole las prendas muy ajustadas y acuéstesele en una cama o sofá. 

- Aplíquesele una bolsa de agua caliente en los pies, manténgase el cuerpo bien abrigado y en reposo absoluto, no se admitan visitas.

- No se den medicinas al paciente a menos que las haya prescrito el médico que lo haya examinado antes y le haya dado indicaciones en cuanto a lo que debe hacerse en caso de ataque. Si el paciente está inconsciente, puede verterse unas gotas de espíritu aromático de amoniaco en un pañuelo y acérqueselo a la nariz.

- Llámese inmediatamente al médico a menos que el ataque se disipe a los pocos minutos. Si es el primer ataque que sufre igual debe llamarse al médico.