Puedes
encontrar algas casi en
cualquier sitio que haya agua, desde los enormes bosques del lecho oceánico hasta enormes bosque de quelpos película
verde que emergen del lecho oceánico hasta la fina pelicula que se aprecia en los estanques. A lo largo de millones de
años han evolucionado para sobrevivir en los entornos más extremos: en
las profundidades del Ártico, alrededor de los respiraderos ácidos oceánicos y
en la colada lávica. Incluso en los charcos, entre la corteza de los árboles y
dentro de las gotas del rocío de la mañana prosperan las algas microscópicas diatomeas: son maestras de la supervivencia. Las algas han configurado la vida
en nuestro planeta, y sin ellas muchas especies vivas no existirían hoy.
Ecosistemas oceánicos enteros dependen de ellas como fuente alimenticia, y más
de la mitad del oxígeno que respiramos procede de estos organismos. Hasta en la
formación de nubes desempeñan una función. A través de la historia de la
humanidad nos han sustentado en las hambrunas y nos han aportado medicinas y
nutrición. Hoy día las usamos para todo, como alimento, para fármacos y
cosméticos, como combustible... Probablemente sean uno de los organismos más
importantes del mundo, pero, ¿podrían ofrecernos algo más en el futuro? En todo
el mundo se está recurriendo a las algas para buscar soluciones a algunos de
los mayores retos del planeta.
Las algas son un
grupo diverso genéticamente de más de 48.000 especies. Proceden de una amplia
gama de distintos linajes evolutivos que no pueden clasificarse como animales o
plantas. Por eso se aglutinan en un grupo conocido como protistas, una
categoría de organismos predominantemente unicelulares que no encajan en ningún
otro. Son ancestrales, ya que los registros fósiles indican que las algas rojas
se remontan a 1.600 millones de años atrás. Estos organismos simples contienen
clorofila, lo que les permite hacer la fotosíntesis, y habitan en prácticamente
toda masa de agua del planeta. En el agua dulce y salada, las algas son la
fuente alimenticia final. Ya sea porque comen algas directamente, o porque comen
otro animal que lo hace, todos los organismos en el agua dependen de ellas como
fuente energética. Son los cimientos de la cadena alimenticia, y algunos
investigadores dicen que lo son de toda la vida. Los tipos de algas de hoy día
son infinitos, pero pueden dividirse en dos grandes grupos: macroalgas y
microalgas. Seguramente estés más familiarizado con las macroalgas. Las
microalgas son sus parientes microscópicos. Las algas marinas son organismos
como plantas que habitan en el océano o
litoral incrustadas a las rocas. No tiene raíces ni hojas, sino que absorben los nutrientes que necesitan directamente del agua adyacente. El macroalga más grande es el quelpo gigante, que crece en bosques submarinos expansivos y puede erigirse, desde el lecho oceánico, más alto que un edificio de 20 plantas. Al igual que los bosques de tierra, estas junglas acuáticas sustentas ecosistemas.
Las microalgas organismos unicelulares imperceptibles a simple vista. Muchas pertenecen al grupo de diatomeas, y las que hay en un caleidoscopio de colores y en una variedad inmensa de formas. Se cree que evolucionaron en el periodo jurásico, y pueden encontrarse en cualquier masa de agua. Cuando estos organismos mueren, caen al fondo del mar o lago en el que habitan y se mezclan con la materia orgánica y la arcilla para formar un tipo de sedimento conocido como diatomita. Usamos la diatomita para muchos propósitos, incluidos los filtros de agua, la arena para gatos y los exfoliantes faciales.
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