Todos
estamos hechos de Polvo de estrellas. El hidrógeno y helio primordiales,
generados en el Big Bang hace 13,700 millones de años, se convirtieron, en los
hornos nucleares de generaciones de estrellas, en el carbono, el oxígeno y el
nitrógeno de qué están formados nuestros organismos y en el silicio, aluminio,
el magnesio, el hierro y todos los demás elementos que conforman nuestro
planeta.
Polvo de estrellas: Las estrellas se despojan de sus capas
exteriores hacia el final de su vida. Las estrellas masivas que ya no pueden
soportar su propio peso y se hunden en sí mismas, originando la explosión de
supernova que esparcen sus cenizas en forma de grandes nubes de polvo y
moléculas. A partir de una de estas nubes se formó nuestro sistema solar. Cada
molécula de nuestro organismo contiene elementos que se cocinaron en las
estrellas. Cada átomo de oro de la alianza que muchos llevan en el dedo se generó
en una supernova.
La
presencia de productos de desintegración de isótopos radiactivos de vida corta
en meteoritos antiguos indica que estos elementos se originaron en la explosión
de una supernova cercana. Es más, puede que fuera una de esas explosiones la
que desencadenó el colapso inicial de la nebulosa solar.
Acreción: A medida que el gas y el polvo se concentraban
en el centro, donde acabarían formando el sol, el momento angular de la
nebulosa que rotaba lentamente fue colocando el material en una especie de
disco plano. Durante mucho tiempo, esto no fue más que una teoría, pero los
potentes telescopios actuales nos permitieron ver cómo está ocurriendo en otras
incubadoras Estelares.
Por
ejemplo, la estrella Beta pictoris Está rodeada de un disco de polvo y granos
de piedra claramente visible que tal vez estén formando planetas En este
preciso instante. El descubrimiento de los llamados exoplanetas alrededor de
más de un millar de otras estrellas indican que la formación planetaria
Acompaña a menudo al nacimiento de una estrella.
Es
una tesis Generalmente aceptada que los planetas de nuestro sistema solar se
formaron en un proceso denominado acreción, en el que pequeños granos de
materia chocar entre sí y se juntan. La primera parte de este proceso es la que
más cuesta entender, ya que la fuerza de gravedad sería muy reducida y
difícilmente podría mantener Unidos los grumos, aparte de que las colisiones
normalmente los fragmentaria de nuevo. Es posible que las concentraciones de
granos se comporten del mismo modo que el líquido cinético, que se mantiene
junto y sólo ocasionalmente reúne energía suficiente para salpicar fuera del
aglomerado. Si las velocidades relativas de los granos eran suficientemente
bajas, comenzaría a juntarse, y una vez alcanzado el tamaño de unos cuantos
metros de diámetro, la fuerza de gravedad pasaría a asumir la tarea, atrayendo
y juntando cada vez más el material.
Separación: La energía gravitatoria, el calor de la
desintegración radiactiva y la energía liberada por los impactos de las
colisiones seguramente hicieron que se fundiera los materiales, lo que permitió
finalmente que los elementos más pesados, como el hierro y el níquel, se
juntaron en un núcleo dentro de un cuerpo que entonces sería más o menos
esférico y tal vez me dirías cientos de kilómetros de diámetro. Este cuerpo
seguiría aglomerado el resto de polvo y fragmentos más grandes para formar un
número más reducido de proto-planetas. Las colisiones entre estos debieron de
ser menos frecuentes, pero más violentas.
El viento solar: Probablemente el sol se formó en tan sólo unos
10,000 año, a cuyo término se había juntado material suficiente para alcanzar
las temperaturas necesarias para iniciar la fusión nuclear y para que el sol
brillará. Esto generó un fuerte viento solar de partículas que barrio todo el
joven sistema solar y se llevó por delante cualquiera atmósfera temprana de
hidrógeno y helio de la Tierra, dejando tan sólo las rocas más resistentes del
planeta. El grueso del gas síntomas hacia el exterior del sistema solar, donde
se formaron los gigantes que son planetas gaseosos, júpiter y Saturno. Las
materias volátiles, como el metano y el agua, recompensar todavía más al
exterior, formando los cuerpos de hielo de los confines del sistema solar:
Planetas enanos como Plutón, luna de hielo, objetos del cinturón de kuiper y
Cometas.
Un nuevo planeta llamado
tierra: Nuestra joven
tierra siguió creciendo. El interior está probablemente fundido en su mayor
parte, con un núcleo de hierro rodeado del manto primitivo de silicato. Una vez
adquirido alrededor del 40% de su masa actual, la fuerza de gravedad le habría
ayudado a retener Una atmósfera, mientras que el campo magnético generado por
el núcleo de hierro le habría protegido desviando partículas solares. Esta
primera atmósfera estaba formada probablemente sobre todo por Nitrógeno,
dióxido de carbono y vapor de agua.
El
proceso de acreción continuó, culminando en el gran impacto que dio origen a la
luna. A medida que la tierra puede enfriándose, es posible que hubiera agua
líquida en la superficie. Parte del vapor de agua pudo haber generado en el
planeta en forma de gases volcánicos, pero es probable que gran parte llegará a
la tierra con Los Cometas de hielo, junto con el material rocoso que los
meteoritos y asteroides. Este proceso de acreción sigue su curso actualmente,
aunque a menor escala. Si salimos al aire libre en una noche oscura con cielo
despejado, es posible que veamos alguna estrella fugaz. Se trata de Pequeños
granos de materia sólida que se queman al entrar en la atmósfera, pero que al
final aterrizan en la superficie. No son más grandes que un grano de arena o a
lo sumo grano de arroz, pero entre todas aportan de 40,000 toneladas cada año,
dando continuidad al proceso en el que nació nuestro planeta.